Precalentar el horno a 220 grados. Colocar los rabanitos boca abajo en una fuente de horno y mezclar con oliva, sal y pimienta.
Cocinar por 12-15 minutos. Están listos cuando la parte blanca se empieza a dorar pero todavía están firmes por dentro. Pueden dejar unos minutos más si prefieren que queden bien tiernos. Opcional: Servir con limón y perejil.